viernes, junio 11, 2004

No puedo evitar pegar algunas pinceladas de la entrevista y, aunque el entrevistador no tiene precio, pego aqu´´i algunas aportaciones de nuestro Doctor Honoris Causa :)

-¿Cómo se puede vivir instalado entre la admiración y el reproche?
P.R. Es un milagro que cansa mucho. Un día me decía Fernando Rey en un espectáculo mío en el Teatro Calderón, "esto tuyo es el triunfo de un perdedor". Creo que he perdido bastante más de lo que he ganado por fuera, en cambio por dentro me sigo sintiendo con derecho a decir todo lo que pienso. Me traiciona mi sentimiento de rebelde y estoy acostumbrado a vivir siempre en el filo de la navaja. Nunca he sido un hombre cómodo. Por otro lado nunca he tenido el ansia de abarcar ni dinero, ni ambición. (...)Prefiero pagar el precio que me da mi audacia al que me da mi miedo, y por supuesto, no estoy dispuesto a pasar por los aros de los clanes en un momento donde los clanes son los que mandan en el mundo de la comunicación. Mandan lo que yo llamo la 4M: Mafiosos, Mangantes, Mediocres y Maricones (no me refiero aquí a los homosexuales que merecen todos mis respetos).

-¿Y cómo se viven esos momentos de silencio obligado, de veto?
P.R. (...) La historia con el deporte no es nueva. Siendo sólo un niño, Pedro llegó a ser subcampeón de España de gimnasia deportiva.

-En tu libro "El Estado y la madre que lo parió" analizas los entresijos del poder y creas una especie de "manual de autodefensa contra el Estado" (el estado y la madre que lo parió (glups)

-Y por curiosidad, ¿cómo se juega en ese mundo sin perder -como dices- la libertad?
P.R. (...)Voy siempre contra corriente, no me gusta estar de moda, quiero ser un clásico de mí mismo y si un día triunfan mis canciones, estupendo.

-Presumes de tu rebeldía, pero a cambio ¿qué propones? (atención!)
P.R. Yo propongo irse al mar, rascarse la ingle y ver el atardecer. No quiero ni pretendo solucionar esta sociedad, cada cual que se las componga. (...)"Sólo soy un hombre que pregunta qué tendrá que ver este mundo con la vida", digo en el estribillo de una de mis últimas canciones.

-No obstante tus declaraciones provocan, tienen cierto peso...
P.R. (...) Sé cómo revolucionar a una opinión pública que se encandila con "Tómbola". Esta es una sociedad con muy poca cultura, la edad mental media del público no pasa de los trece años -estos datos no me los he sacado yo de la manga, son datos de un estudio reciente- (QUE ME CITE EL ESTUDIO POR FAVOR!!! SEGURO QUE SON CIENTÍFICOS NORTEAMERICANOS) (...) Mira, hemos vivido un ratito de vida -sólo 1998 años- y vamos a pagar un precio elevado porque la naturaleza afortunadamente se rebelará. Hay una cuarteta de mi próximo libro que dice "avanza el cemento, crece el hormigón, a tomar por el culo la vegetación" (YO RIMO MEJOR)

-Dices que todo lo que posees de valor lo llevas puesto. Además de lo que se ve, ¿qué llevas puesto en este momento?
P.R. La cabeza y el corazón, o mejor, el corazón y la cabeza. (...)Para mí lo realmente importante es ver el crepúsculo por la noche, sentir la brisa del mar, bañarme en la playa, charlar o jugar con los amigos un partido de fútbol. Para mí la vida es más imprevisión que previsión. Está más enmarcada en el desorden que en el orden. El orden es la muerte, el desorden es la vida. Lo imprevisto, la jungla es lo vivo, el orden es la tala de árboles. Me gusta la aventura de la vida. (JUASSSSSSSSS)

-Pareces una persona segura que sabe lo que quiere. ¿En tu mundo existe el miedo?
-(...) Un día hablando con un ministro con el que tenía un enfrentamiento por el tema de Hacienda, le decía (...) No me creo lo que representas, ni tu coche oficial, ni la nación, ni la bandera... Si no me asusta el más allá ¿por qué me va a asustar el más acá?". También soy una persona muy tímida, aunque no te lo creas.

-Te esfuerzas en marcar la diferencia entre las imágenes que se dan, los monigotes que a uno le cuelgan y la verdad que vive dentro de cada persona. ¿Das mucho valor a tu vida interior?
P.R. (...)Tener una vida interior es fomentar tu propio pensamiento desde la influencia razonable de lo de fuera, pero sin dejarte arrastrar por las olas.

"Soy un niño travieso que quiere seguir haciendo cosas mientras le divierta. Una persona que cree más importantes los sentimientos que los hechos, y que cree en esa comunicación que sólo se establece a través del silencio, los gestos y las afinidades. Alguien que nunca ha estado obsesionado por vocear su verdad y que ha preferido recorrer el camino de los nunca comprendidos al de los malinterpretados..."


GRACIAS PEDRO!!!!